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¿Qué significa ser patriota?

Un patriota es aquel que ama a su pueblo y territorio, (en ese orden) es decir a SU PATRIA, por encima de si mismo. Ese amor comprende obviamente las construcciones ideales de ese pueblo, es decir su cultura, tradiciones e instituciones surgidas de la voluntad popular.

Un patriota debe estar dispuesto, cotidianamente, a entregar su vida al servicio del bien común, que por ser común, justamente también es el bien de él y su familia.

Un patriota desarrolla su trabajo, actividad o medio de vida, con profunda responsabilidad social, sin egoísmos y con solidaridad.

Un patriota debe estar dispuesto a defender el valor PATRIA ya definido, aun a costa de su propia vida, porque la Patria de él, es también la Patria de sus hijos y hermanos y quien no está dispuesto a dar su vida por la de sus propios hijos, no es siquiera un hombre común y corriente, es simplemente un cobarde, un ser indigno de vivir en familia y sociedad.

Un patriota sublima ese amor a su pueblo y a su tierra, a través de sus símbolos patrios, a los que venera y respeta por encima de cualquier otro símbolo y no utiliza los mismos para fines sectarios o particulares, porque sabe y sobre todo siente, que son de todo el pueblo y no de una sola facción.

Un patriota no abandona el suelo patrio, ni su pueblo y tradiciones, ni sus sacrificios y sus luchas, solamente para mejorar su propia condición económica.

Si debe abandonar su suelo y su pueblo, sólo lo hará forzada y temporalmente, con profundo dolor y a los efectos de reunir las fuerzas necesarias para regresar venciendo a quienes lo hayan obligado a desprenderse y alejarse de lo mejor que tiene un hombre. Su patria.

Un patriota vive, trabaja, lucha y muere para, en, con y por su pueblo y patria. Un patriota jamás se unirá a un país extranjero para humillar a su propia patria. Jamás abrazará ideales que no respeten la idiosincrasia de su propio pueblo, ni servirá a los intereses extranjeros, en detrimento de los intereses de su propio pueblo.

Un patriota no siente ni cansancio, ni miedo, sino exaltación, bravura y gratitud cuando acude en auxilio de la patria, cuando su pueblo, su cultura, su libertad, sus instituciones o su territorio, son amenazados desde "afuera" o traicionados desde "adentro".

Un patriota lucha por la justicia social, porque sabe que la patria es de todos y cada uno de sus compatriotas y que todos deben disfrutar de la dicha de vivir y realizarse en una comunidad justa y libre, donde impere la igualdad de oportunidades, deberes y responsabilidades.

Un patriota ama sobre todo a su pueblo y en aras de la felicidad, seguridad y bienestar del mismo no dejará nada que esté a su alcance sin hacer.

Un patriota es aquel que despierta esos mismos sentimientos en su pueblo, es aquel que interpreta el sentir popular, porque él mismo, es parte de ese sentir.

Un patriota es el hombre común, es la mayoría, no es la excepción heroica que se manifiesta en una circunstancia extrema. Es aquel que practica el “patriotismo” todos los días de su vida, en su lugar de trabajo o de estudio, para hacer de su patria un lugar mejor cada día, engrandeciéndola con la generosidad del trabajo fecundo, libre de toda especulación personal que se sustente en la explotación de sus semejantes.

El pueblo argentino está compuesto mayoritariamente por patriotas, sólo falta que tome definitiva conciencia de ello y ponga en marcha el impresionante potencial humano, intelectual, científico y natural que posee, haciendo valer la soberanía popular por sobre los intereses del hegemónico imperialismo materialista, para hacer realidad aquellas primeras estrofas de nuestro himno nacional: Se levanta a la faz de la tierra una nueva y gloriosa nación, coronada su sien de laureles y a sus plantas, rendido un León.

Ese león a vencer, no es otro que el león de la injusticia social, de la opresión, de la especulación financiera, de la explotación descarada del hermano trabajador y la prebenda sectorial, de la ignorancia y el analfabetismo, del hambre y la salud de nuestros hijos, la falta de solidaridad y de la disgregación latinoamericana.

¿Qué argentino no siente en sus entrañas que ha llegado la hora de hacer surgir ese patriota que todos llevamos dentro? ¿Qué más tenemos que esperar para sacudir nuestras cabezas y despertar del letargo en el que nos ha sumido el accionar mediático y desmoralizante de un puñado de atorrantes?

Los chicos preguntaron: ¿Qué es ser patriota? Y yo les respondo convencido: Ser patriota es no bajar los brazos ante la injusticia y la opresión, continuando la lucha que emprendieron nuestros mayores, con coraje, alegría y solidaridad. Manteniendo encendida la llama de los ideales de Mayo, manteniendo una actitud rebelde, contestataria, valiente y combativa, hasta alcanzar todas aquellas metas nacionales y sociales que aun como pueblo, no hemos logrado consolidar.

Nota: Guillermo Meana

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